Las danzas para el alma es una actividad que no requiere ninguna habilidad especial ni conocimiento previo, tan solo ganas de compartir y celebrar la vida.
Las danzas en grupo son una de las actividades de ocio en común más antiguas. La participación en ellas permite sintonizar con nuestro espacio en el mundo, con el entorno y con el grupo. Facilitan, a su vez, la creación de comunidad, el reconocimiento mutuo y la convivencia entre personas diversas.
Las Danzas para el Alma son una forma de conexión profunda con uno mismo, con los demás y con el universo que nos rodea. Se trata de un tipo de danza que tiene como objetivo principal el bienestar emocional y espiritual de las personas que participan en ella.
Pello Irurzun Antón es un especialista en Danzas Sociales del Mundo que facilita este tipo de danza. Cada primer domingo de mes, a las 12 horas, organiza danzas abiertas para todos en el Parque de Pintor Rosales, junto al quiosco de música, cerca del Templo de Debod. Así que si has paseado por ese parque algún domingo quizás te sea familiar esa estampa de gente danzando en corro.
Él cree que este tipo de actividad “proporciona un periodo de alegría compartida y compañía, en un espacio de atención plena al momento, al aquí y ahora, para no perder el paso ni el compás del corro. Y facilita la realización de un ejercicio físico moderado, en el que se trabajan de forma lúdica y sin apenas ser consciente de ello, aspectos de ritmo, lateralidad, coordinación, equilibrio, corrección postural, etcétera”.
Una tradición ancestral
Las Danzas para el Alma tienen sus raíces en las danzas tradicionales de diferentes culturas alrededor del mundo. Sin embargo, en lugar de enfocarse en la técnica y el rendimiento, se enfocan en el movimiento libre y la expresión emocional. Cada danza tiene su propio significado y propósito, pero todas tienen en común el permitirnos conectarnos con nuestra esencia y encontrar la armonía en nuestro ser. Por lo que, siguiendo con palabras del propio Pello: “Es una actividad recomendada para cualquier persona, que no requiere ninguna habilidad especial ni conocimiento previo, tan solo ganas de compartir y celebrar la vida. Se trata de danzas sencillas que se explican en el momento de ser bailadas, buscando maximizar la participación y comunión con el grupo frente a la precisión de los pasos, que queda en segundo lugar”.
Las Danzas para el Alma tienen sus raíces en las danzas tradicionales de diferentes culturas alrededor del mundo. Sin embargo, en lugar de enfocarse Cada danza tiene su propio significado y propósito, pero todas tienen en común el permitirnos conectarnos con nuestra esencia y encontrar la armonía en nuestro ser.
En estas danzas, no hay juicio ni competición. Todos los participantes son bienvenidos, independientemente de su edad, género o habilidad. Lo importante es dejarse llevar por la música y el movimiento, y permitir que las emociones fluyan libremente.
Las Danzas para el Alma son una experiencia profundamente transformadora. Muchos participantes han reportado sentirse más conectados consigo mismos y con los demás después de una sesión de danza. También han experimentado una mayor sensación de bienestar emocional y una mayor claridad mental.
En el taller que dirigirá Pello Irurzun el próximo 6 de mayo planteará las danzas como “una herramienta, un vehículo para una vivencia personal y de grupo. A través de una serie de danzas especialmente inspiradoras y con la orientación y la explicación del sentido de cada una de ellas, buscaremos un espacio de introspección y de sentir, de sanación personal y en relación con las otras personas. Para recuperar el contacto de corazón a corazón, el sentimiento de comunidad en estos tiempos convulsos”.
Habrá danzas Circulares, Meditativas, de Flores de Bach, de Sanación… El objetivo principal no será aprenderlas sino sentirlas y compartir.
Si estás buscando una forma de conectar contigo mismo y con los demás de una manera significativa y profunda, las Danzas para el Alma podrían ser una respuesta a tu búsqueda.
