Así se describe así mismo:
Soy un hombre apasionado por el cuidado de las personas. Mi profesión como ginecólogo refleja una parte de este cuidado. Desde hace más de 20 años conozco y practico las herramientas que ofrece PRH y desde los últimos 6 años he intensificado mi formación en este
campo. Mi pasión por el cuidado no se agota como veis en lo biológico, sino que se orienta también al cuidado de las personas en sus aspectos psicológicos y espirituales.
He utilizado la formación PRH para mi propio desarrollo con gran entusiasmo, trabajo junto con mi esposa en los cursos dedicados a las parejas, y estoy habilitado para los encuentros individuales y la animación de algunos módulos por PRH desde hace 4 años.
Como sabéis en la investigación de PRH reconocemos que en el fondo de cada persona, en lo mejor de sí, hay una dimensión que se abre a la trascendencia. Esto forma carne de mi carne, desde los 16 años me he sentido atraído por esa Trascendencia y he pertenecido a distintos grupos que cuidan la espiritualidad. Esta experiencia supone para mí un impulso para que otras personas encuentren en ellas esta dimensión junto a todo su potencial, se puedan liberar de las dificultades para vivirla, tomen su vida en sus manos y así sean felices y aporten al mundo lo que tiene dentro.
Tengo 62 años, estoy casado hace 34 y soy padre de una ya mujer de 32.