
Estoy feliz con las clases de yoga que nos da Teresa, tiene paciencia y profesionalidad y sobre todo, un gran amor por esta técnica y así lo vive y nos lo trasmite a los alumnos, o sea, un gozo y una maravilla disfrutar de sus clases, con su paciencia, técnica, esmero y rigor al hacer las posturas. Siempre pendiente.
A mí me da mucha confianza y me hace posible el avance, que yo, que no había hecho nunca Yoga, pues así sin darme cuenta me sorprendo de lo bien que responde mi cuerpo, que como digo yo: ¡quién me ha visto y quién me ve!.
Tenía que haber hecho alguna foto demostrativa del antes y después! jejeje. Bueno, yo ya sé lo que digo…..en fin, que me hace feliz el Yoga porque físicamente lo necesita mi cuerpo y lo pone en forma y eso me entona y me pone de buen humor y contenta . Eso.
Un saludo y muchas, muchas gracias Teresa.
María Ángeles