«¡Alabado seas por toda criatura, mi Señor!«
(Cántico de las Criaturas de san Francisco de Asís)
San Francisco de Asís es una de las figuras más inspiradoras de la historia occidental, no sólo por su manera de vivir la fe cristiana, su alegría y sencillez, sino por la expresión poética de su vida en relación con la naturaleza y los más vulnerables.
Con motivo de la celebración de la familia franciscana del 800 aniversario de la composición del Cántico de las Criaturas, hemos pensado unirnos a esta fiesta, a través de nuestro taller de Danza meditativa. Una ocasión para agradecer la vida y el regalo de la naturaleza desde una mirada profunda y contemplativa. Oportunidad para danzar y meditar dando gracias al Dios de la Vida en conexión con todas las criaturas. Podríamos afirmar que una vivencia honda de la espiritualidad lleva a la comunión con todo, y la naturaleza es parte fundamental. Ella nos constituye, debemos protegerla, cuidarla, y agradecerla, y por qué no, danzarla.
Para situarnos un poco en el contexto de este poema, el Cántico de las criaturas, o Cántico del Hermano Sol, fue compuesto por Francisco alrededor de 1224, solamente dos años antes de su muerte, que tuvo lugar en 1226. Es uno de los textos más antiguos de la literatura italiana, el primero de los cuales se conoce el autor. Es un poema, pero también es una oración, que expresa el amor por la creación como amor por Dios. El respeto por la naturaleza y los animales, nunca se había tenido en cuenta, no pertenecía a la mentalidad de la época. Francisco lo convierte en el centro de su poesía y su fe, alabando un sentido de hermandad con el mundo y con todas sus criaturas. El mundo entero, no solamente creado por Dios, sino reflejo de Dios, es digno de amor, y al amar la creación, el ser humano manifiesta su amor por Dios. No es casualidad que Francisco llame a todas las criaturas «hermano» y «hermana«, incluso la muerte. Todo es bueno, porque es parte de la creación y esta es obra de Dios.
Es importante saber que Francisco de Asís está ya casi completamente ciego y muy enfermo cuando compone el Cántico de las Criaturas. Desde una mirada contemplativa rebosante de gratitud, observa las maravillas de la creación y logra percibir la presencia del Creador que les da sentido. Todas las criaturas, espejos de la perfección divina, son hermanos y hermanas porque son obra y don del mismo Autor. Todas juntas constituyen el coro de la creación, que contempla, alaba y agradece a Dios creador. Aunque sus ojos físicos no le permiten ver, sus ojos interiores le permiten ver la grandeza de la vida. Él es capaz de bendecir el ardiente y radiante sol, el fuego; la materia nutricia, el aire, el agua, la tierra, «nuestra madre la Tierra». Y canta en términos que evocan las antiguas celebraciones ancestrales, en las que el hombre daba gracias por el dominio del Sol, por la maternidad y la fecundidad de la Tierra. Es el viejo lenguaje de lo sagrado, el de las hierofanías cósmicas, que se repite y se pronuncia con la espontaneidad, el candor y el calor de una lengua materna.
Este hermoso poema que vamos a tratar de danzar y vivir, brota de las profundidades de una existencia y es en definitiva un canto a la fraternidad universal fruto de una vida traspasada por Dios. Os animamos a participar dando gracias por toda la Creación.
Objetivos
- Expresar nuestra experiencia espiritual a través del movimiento y la danza.
- Alimentar la experiencia de comunión con la naturaleza, Dios y lo sagrado.
- Disfrutar de la calma y serenidad interior.
Metodología
En un ambiente de silencio y respeto practicaremos movimientos y danzas sencillas adaptadas a todos los cuerpos y edades. Esto lo combinaremos con pausas de meditación y silencio, de expresión y autoconciencia.
Fecha y Horario
Sábado 8 marzo de 10:00 – 13:00h
Matrícula
La matrícula es de 35€ (IVA incluido).
