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Danzar y meditar

    Cambiaste mi duelo en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría para que yo te cante y no me quede callada.
    Salmos 30,12

    ¿Quién no ha sentido alguna vez ganas de bailar, de moverse, de expresar con el cuerpo lo que lleva dentro? Seguramente te ha ocurrido en alguna ocasión y si no es así, sólo necesitas la oportunidad para experimentar como tu cuerpo es capaz de expresar vivencias profundas que las palabras no alcanzan a decir.

    Aprender a contactar con el cuerpo, escucharle, sentirle, expresarse desde él forma parte de un proceso de aprendizaje en el que no suelen educarnos pero que es sumamente importante para vivir en armonía. No tenemos un cuerpo, sino que somos cuerpo, no tenemos mente o espíritu, somos seres mentales y espirituales, al igual que afectivos y sociales. El ser humano es una rica unidad compuesta de distintas dimensiones que es necesario nutrir, desarrollar e integrar. Cuántas veces nos ha podido pasar que estamos tan enfocados en un problema que nos olvidamos de que tenemos una tensión muscular, o en otras ocasiones andamos tan distraídos en la mente que no cuidamos el ejercicio físico.

    A medida que vamos desarrollando cada una de nuestras dimensiones nos sentimos más plenos y felices. Cuando vamos tomando conciencia de nuestra dimensión corporal adquirimos una profunda sabiduría que nos guía para saber cómo estamos y qué decisiones tomar. El cuerpo tiene una gran  ventaja, nunca miente; la mente o los afectos pueden engañarnos, pero el lenguaje corporal es siempre sincero, nos muestra lo que hay. Si aprendemos a escucharle nos ofrece importantes pistas para nuestro autocuidado y el de los demás. 

    La danza puede ser un vehículo muy rico para hacer ese aprendizaje y esa escucha corporal. También una fuente de inspiración para expresar experiencias interiores que nos habitan. En nuestro caso, enfocaremos este trabajo para contactar desde el cuerpo con nuestra experiencia espiritual,  para así alimentarla y hacerla crecer.  Si nunca lo hemos hecho puede parecer complicado pero con unas  pautas experimentaremos una gran facilidad y disfrute. Las danzas están adaptadas a todos los cuerpos y a todas las edades porque el objetivo es entrar en la vivencia que nos propone cada una de ellas y hacerla nuestra. Todas las tradiciones religiosas han utilizado desde la antigüedad este medio para expresar la experiencia espiritual y comunicarse con Dios. Las danzas que utilizamos desde Más Que Silencio son danzas sencillas y meditativas, verdaderos mantras en movimiento, que permiten estar presente e ir profundizando nuestro nivel de consciencia. Desde hace más de 12 años las llevamos practicando y transmitiendo, contamos un rico legado de diversas tradiciones religiosas que deseamos seguir compartiendo.

    Facilitadoras

    Elena Hernández

    Religiosa dominica (Congregación Romana de Santo Domingo), coordinadora del  proyecto Más Que Silencio. Dinamizadora del espacio de Chikung y Danza contemplativa en Más Que Silencio. Licenciada en Filología Hispánica y Bachiller en Teología. Profesora de educación secundaria y bachillerato. Amplia experiencia en dinamización de grupos, retiros, y talleres de meditación y silencio. Formada en Danza Contemplativa con MªVictoria Hernández y Lorraine Prat.

    Teresa Gómez

    Licenciada en Ciencias de la Educación. Bibliotecaria de la UCM. Dinamizadora del espacio de yoga de Más Que Silencio. Instructora de Yoga por la Escuela Internacional de Yoga, Yoga con soportes, Yoga para 50+ y Yoga para oficinas. Formada en danza contemplativa con Mª Victoria Hernández, Lorreine Prat y Pello Irurzun.

    Objetivos

    • Tomar conciencia y desarrollar nuestra dimensión corporal. 
    • Expresar nuestra experiencia espiritual a través del movimiento y la danza.
    • Alimentar la experiencia de comunión con Dios y lo sagrado.
    • Disfrutar de la calma y serenidad interior.

    Metodología

    En un ambiente de silencio y respeto practicaremos movimientos y danzas sencillas adaptadas a todos los cuerpos y edades.  Esto lo combinaremos con pausas de meditación y silencio, de expresión y autoconciencia.

    Matrícula

    35€

    Horario

    Sábado 16 marzo de 10:00 – 13:00h.

    Lugar

    Centro Más Que Silencio

    C/Princesa 25, planta 5, puerta 4. Edificio Hexágono. (Entrada por C/Luisa Fernanda) 

    Metro: Ventura Rodríguez, Argüelles, Plaza de España

    Bus: 1, 2, 202, 44, 133, C1

    Inscripción

    Previa, a través del formulario de inscripción (botón):

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